Madera

La madera

Me gusta trabajar la madera. A quien me pregunta por que apenas toco el hierro u otros metales les digo algo así como: “Con el hierro no se puede hablar” Con la madera si, aunque suene a tontería. Como es, sus variedades, sus técnicas de trabajo, sus enemigos, su cultivo, los bosques… Pero antes de empezar creo que sería conveniente describir que es realmente la madera; luego ya iremos con todo lo demás.

Listones de pino

Toda especie vegetal que produzca madera es un árbol, y, en contadas ocasiones, un arbusto. El resto de las especies vegetales son herbáceas; es decir, hierba. La madera aprovechable para todos los tipos de carpintería se encuentra en el tronco y en las ramas más gruesas del árbol. En muchas ocasiones, el resto del árbol se aprovecha como leña, la madera que quemamos en las chimeneas, ya sea directamente o con los modernos pellets. Del árbol, según su variedad, se extrae, además de madera: medicinas, tintes, esencia de trementina…

Estructura de la madera.

. ESTRUCTURA DE LA MADERA:

Corteza externa: es la capa más externa del árbol. Está formada por células muertas. Sus formas y texturas son adaptaciones al medio ambiente con una gran variedad, desde la marrón y rugosa del pino, hasta el toque suave de color gris del almez. Protege el resto del árbol contra los agentes atmosféricos y los insectos xilófagos.

Cámbium: sigue a la corteza externa. Algunos autores insertan otra capa llamada líber entre la corteza y el cámbium. El cámbium ya es aprovechable como madera.

Albura: Es la madera nueva, recién formada, y por ella circulan los compuestos que forman la savia. Por lo general, es la capa más blanca del árbol, y la más buscada por los que obtienen medicinas y otros productos no leñosos a partir de la madera.

Duramen: es la madera más dura del árbol, y la más preciada por ebanistas y carpinteros. Está formada por células vivas pero inactivas. Generalmente tiene otro color diferente al cámbium y la albura, ya que la savia no fluye por ella.

Médula vegetal o núcleo: el centro del árbol, y, generalmente, la de peor calidad. Apenas tiene usos salvo para leña.

Dureza.

Hay muchas formas de clasificar la madera. La Asociación Española de Comercio e Industria de la Madera (AEIM) las clasifica en: semiduras, semiblandas, duras y muy duras. Pero aquí no vamos a marear mucho la perdiz. Artesanos, industriales y carpinteros las clasifican en blandas y duras. De momento, vamos servidos con esta clasificación. Cada madera tiene una densidad y una dureza, que dependen de la clase de árbol y dónde ha crecido. Son muchos los que piensan que, cuando más lento crezca un árbol más dura será su madera. Esta regla se rompe con las maderas tropicales de muy rápido crecimiento aunque de maderas duras, o en el cedro del Líbano, de crecimiento lentísimo y madera blanda. Al mismo tiempo, un árbol cultivado en un jardín nunca sufre los rigores de la sequía, plagas de insectos, etc. Su madera será un poco más blanda que su homólogo salvaje.

Las maderas duras suelen encontrarse en especies de climas templados y tropicales: haya, roble, encina, fresno, caoba, nogal… Su variedad de colores y texturas es enorme. Desde el negro de la caoba hasta el amarillento de la haya, pasando por el rojo intenso del sangre de doncella, el morado del nazareno, el marrón del iroko… Se utilizan en decoración, artesanía y poco más

Son maderas caras ya que suelen proceder de lugares más o menos remotos, y muchas de sus especies están en peligro de extinción. Su cultivo a gran escala es problemático.

Las especies de maderas blandas suelen proceder de climas templados, y muchas especies se cultivan: chopo, pino, secoya, abeto, cedro… Por su rápido crecimiento y pocos cuidados, los podemos ver en innumerables parques y jardines; compitiendo con el olivo, que tiene una de las maderas más duras que se conocen. Por lo general, su madera tiene tonos claros, con veteado más o menos marcado. Son las maderas industriales por su rápido crecimiento y usos casi infinitos: Palets, cajas de madera, vigas, interior oculto de muebles, pellets, etc. Por su abundancia y posibilidades de cultivo, su precio es mucho más económico.

Pepe Bataller

Ollería